Siempre se ha dicho que es muy difícil conservar los dulces artesanos un largo periodo de tiempo, porque caducan o se ponen malos en poco tiempo. Por ello, os vamos a dar unos consejos de conservación que os serán muy útiles por si debéis almacenar y que guarden todas sus propiedades.
Toda la familia de los bizcochos se puede congelar perfectamente envueltos en plástico, aluminio o papel encerado y bastará con dejarlos descongelar a temperatura ambiente para que recuperen. Es facilísimo y de verdad siguen perfectos. PERO NO, JAMÁS, NUNCA metas el bizcocho en la nevera, porque se endurece.
Los chocolates y mermeladas, y cremas, SIEMPRE en la nevera, o en sitios muy frescos es donde mejor se conservan. Sobre todo, en las épocas cálidas.
Por el contrario, para otros dulces, os contaremos que la mayoría de pastas, galletas y similares aguantan muy bien si se almacenan y guardan correctamente, si se sigue el criterio de separarlos por tipos, pues no se deben mezclar categorías distintas (hojaldrados, pastas, abizcochados, galletas etc.) en la misma lata, tartera o túper, incluso la conservación en sus propias cajas de origen sería suficiente. Cada tipo de dulce en su propio recipiente, pero es fundamental que este recipiente cierre bien o sea hermético, esté sobre todo limpio y seco, alejado del calor, de la humedad y de otros productos olorosos. Por lo tanto, para estos productos NUNCA JAMÁS dentro de la nevera por la humedad.
En estas condiciones y si sigues mis recomendaciones te durarán “MUUUUCHO” tiempo, si no te los comes antes, claro!.
La Alacena de LOS DULCES DE MI CONVENTO
Os presentamos una deliciosa receta de repostería para darle un toque un poquito distinto a vuestra tarta de queso. La crema de castañas, completamente natural, elaborada por las Hermanas Jerónimas, le dará originalidad y simplificará enormemente el modo de preparación. La receta no puede ser más sencilla. El resultado final será una tarta con una textura final suave y cremosa. Es apta para celíacos puesto que no lleva ningún tipo de harina.
INGREDIENTES
PREPARACIÓN
Añadimos en un recipiente para batir la crema de castañas, el queso en crema y los huevos de uno en uno. Mezclamos bien todos los ingredientes hasta lograr una mezcla cremosa y homogénea.
Untamos con mantequilla el molde, y vertemos esta mezcla, dejando reposar unos minutos para que se le vayan las burbujas.
Previamente, habremos precalentado el horno, con calor en ambas zonas (arriba y abajo), durante 5 minutos a 170º C.
Colocamos el molde en la bandeja central, y horneamos unos 50 min. a 170ºC. ¿Y cómo sabemos que la tarta está hecha?. Pues lo mejor es pinchar con una aguja o similar.. si sale limpia, es que ya está en su punto.
Retiramos del horno y dejamos que repose y enfríe a temperatura ambiente. Una vez fría, desmoldamos y pasamos a la nevera al menos 1 hora para que siga cogiendo textura.
Antes de servirla en la mesa, podemos espolvorear con azúcar glass, procurando que no pase demasiado tiempo antes de servir ya que el azúcar glass se derretirá en contacto con la base de la tarta.
Así de sencillo!! A disfrutarla!!.
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