
Batatas de Málaga, las mejores son las que emplean las monjas de Santa Paula para la elaboración de su crema, que elaboran únicamente en el otoño, durante los meses de octubre y noviembre, cuando este tubérculo adquiere su máximo sabor.
La técnica de elaboración es artesana, en caldera y al no llevar ningún conservante, el sabor es único y muy natural. Por eso, una vez abierto el tarro debe conservarse en el frigorífico.
Monasterio de Santa Paula (Orden Jerónima). Sevilla. 1473.